Esta práctica se ha realizado desde tiempos antiguos.
Las colecciones de gemas trabajadas se llaman gliptotecas.
Entre los estudiosos más destacados del grabado en piedras están: Philipp von Stosch, Adolf Furtwängler y John Boardman.
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Características del grabado en piedras
Para trabajar las gemas se puede utilizar l
a técnica del grabado en piedras utilizando un buril; pero también se puede usar un material abrasivo; generalmente piedras de mayor dureza unidas a un torno giratorio.
El esmeril es una de las piedras utilizadas desde la antigüedad con esta función; por ejemplo en la isla de Naxos.
Algunos tipos de sellos antiguos estaban hechos con gemas talladas a mano y con finos detalles; también se confeccionaban copas de cristal cortado.
Teófilo el presbítero escribió en la Edad Media un manual de las técnicas para trabajar gemas.
Los artesanos bizantinos empleaban piedras de afilar de canto plano; en cambio las de los carolingios eran de borde redondeado.
En la mayoría de gemas trabajadas antiguas; la superficie del cortado se conserva intacta desde la época de su realización; lo que posibilita que, con la ayuda de un microscopio, deducir la técnica de trabajo que se utilizó para grabar piedra.
Además del rebajado del material; el trabajo artístico de grabado en piedra de una gema implica técnicas de realce del color; lo que se puede conseguir a través de diferentes métodos:
- Aplicando calor
- Azúcar
- Tintes
Algunas de las técnicas de grabado en vidrio relacionadas a la pintura para el grabado y el color ya se conocían en la antiguedad.
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Historia de grabado en las gemas de cristal y piedras semipreciosas
El arte de trabajar las gemas de cristal tiene una antigua tradición en Oriente Próximo y se encuentran ejemplos en la mayoría de las culturas que habitaron aquella área.
Una segunda región de antigua tradición es la Cultura del valle del Indo.
En Mesopotamia; sobre todo a Asiria las copas de cristal cortado y los sellos cilíndricos ut
ilizados por los gobernantes y altos funcionarios estaban hechos con gemas grabadas.
Desde allí se extendió esta tradición hacia la cultura Minoica; algunas ciudades griegas y Chipre.
En la cultura griega encontró su apogeo en época helenística.
También en Egipto; se encontraron grabados en piedra antiguos que se usaban para hacer sellos pero con la particularidad de que se prefería hacer inscripciones jeroglíficas; es decir dibujos que representaban palabras en lugar de como hacían en Mesopotamia que hacían imágenes puramente decorativas.
En el libro del Éxodo; se describe un utensilio ceremonial llamado Hoshi; un pectoral que se ponía el sumo sacerdote el que tenía incrustadas cuatro gemas de cristal en las que estaban grabadas los nombres de las doce tribus de Israel.
Primer periodo de esplendor
Se han encontrado gemas de cristal del siglo VIII aC y VII aC; junto con objetos hechos de hueso y marfil; todos ellos trabajados con las mismas técnicas.
Generalmente las imágenes de la gema de cristal representa a animales en poses feroces; a menudo cortadas en forma redonda u oval y con el borde marcada con puntitos. Los ejemplares más antiguos son los hechos con piedras menos duras.
A partir del siglo VI la forma oval se hace predominante; muchos representan la parte dorsal de un escarbot (escarabeo, tradición que parece que se adoptó de Fenicia) y figuras humanas o divinas. A pesar del reducido tamaño de las yemas; el trabajo es bastante sofisticado.
En el siglo V aC las gemas se escogían un poco más grandes pero sólo unos 2 o 3 cm. Con todo; se observan detalles en las imágenes; por ejemplo las pestañas en un retrato de hombre.
Hay cuatro gemas de cristal firmadas por Dexamenos de Quíos; que son consideradas las más finas de este periodo en las que están representadas dos urracas.
En Grecia la grabar en piedra un 
relieve fue una forma de artesanía popular durante el siglo V aC y gradualmente la mayoría de las piedras preciosas grabadas en occidente también siguieron la moda de las imágenes en relieve; mientras que los sasánidas y otras culturas permanecieron fieles a su tradición de imágenes obtenidas por vaciado.
Generalmente una imagen en relieve es más impresionante que otra obtenida por vaciado; en la forma más antigua (la del vaciado); empleada en sellos; el dibujo sólo se puede ver en su impresión haciéndolo rodar sobre un documento; mientras que la forma de relieve el propietario de los sellos antiguos solía llevar colgado del cuello como si fuera una joya; de donde debía surgir la tendencia a trabajar las gemas de cristal para hacer joyas y no como sello; que fue la primera aplicación.
El segundo tipo se utilizaban para cerrar documentos y los del primer tipo para firmarlos; muchos de estos sellos tenían el dibujo de forma que una vez impresos sobre el papel o la arcilla se veían de forma inversa (escritura en espejo).
El camafeo; que es un tipo de gema tallada en relieve; apareció por primera vez en Grecia alrededor del siglo III. El Escudella Farnese es el ejemplo más destacado del periodo helenístico de Egipto; sólo comparable al camafeo Gonzaga, que se cree es del mismo periodo; ya que se han encontrado copias en pasta de vidrio de esta época.
Las conquistas de Alejandro Magno abrieron nuevas rutas a los griegos y aumentaron la posibilidad de obtener gemas; ya que las minas más importantes estaban en oriente.
Las gemas trabajadas por los romanos continuaron el estilo helenístico; lo que hace difícil fecharlas hasta el siglo II dC momento en que comenzaron a decaer. Cicerón escribió que algunos romanos hacían ostentación exhibiendo con orgullo ante sus invitados platos y otros recipientes hechos con gemas que tenían cortado de relieve el retrato de sus personajes favoritos.
Los romanos fueron los inventores de los camafeos de cristal; como material alternativo y más barato que las gemas; y con la ventaja de poderse añadir a superficies curvas; el ejemplo más conocido es el jarrón de Portland.
Durante la edad media; las gemas
trabajadas fueron una forma de arte muy valorada; excavaban antiguas ruinas de época clásica para recuperarlas así como otros objetos de arte.
Se usaban para decorar piezas de orfebrería incrustadas en cruces; coronas votivas, tapas de libros, a veces teniendo una relación inapropiada con el objeto que decoraban.
El monje cronista Mateo de París describió las gemas de la abadía de san Albà (Inglaterra); entre ellas había una de tamaño grande procedente del imperio romano (actualmente perdida) llamada Kaadmau; que se utilizaba para provocar un parto cuando se retrasaba.
En esta gema estaba grabada una oración al santo y la tenía que llevar colgada del cuello la mujer embarazada que lo necesitaba.
La misma creencia fue expresada por Georgius Agricola (1494-1555); el padre de la mineralogía; en relación al jaspe rojo.
En la época de esplendor de Bizancio y en Europa se inscribieron imágenes religiosas en gemas.
El cristal de Lotario es una pieza circular de cuarzo en el que está tallada una escena bíblica y es el más conocido de la época carolingia.
En algunos de los grabados en cristales; el artista aprovecha la transparencia de este material para hacer uso de sus técnicas artísticas para que el dibujo pueda ser visto correctamente desde la banda que no se ha trabajado.
En el listado de pertenencias de un testamento; las gemas trabajadas encabezaban la lista de los pequeños tesoros alegados.
En el sur de Italia durante el gobierno de Federico II (primera mitad del siglo XIII) se promovió la creación de obras de arte con gemas; a imitación de las del período clásico; algunos se conservan en el Museo de monedas; medallas y objetos antiguos en París.
Al mismo tiempo los miembros de la iglesia promovían la creación de moldes hechos con gemas grabadas para hacer sellos de cera de dos bandas que se rompían al abrir un documento (bula).
Segundo período de esplendor
En la corte de Borgoña y a la de los últimos
reyes francos se encomendó a los artistas nuevos trabajos de grabado en piedras preciosas.
Son ejemplos el retrato de Carlos VII de Francia y el de Juan I de Berry, hecho en zafiro.
A comienzos del renacimiento italiano se reavivó el interés por este arte y Venecia se convirtió en un centro de producción.
Fue una época en que se descubrieron gemas en sarcófagos antiguos y se despertó el interés por imitar aquellos trabajos.
Destaca el Felix Diomedes que perteneció a Lorenzo el Magnífico; con un puesto poco común en el retrato; que fue copiado por Leonardo da Vinci y que podría haber sido el punto de partida para los desnudos que Michelangelo Buonarroti pintó en la capilla sixtina.
En el siglo XVI formaron parte de los gabinetes de curiosidades; algunos eran; imitaciones hechas en aquel siglo empleando ónix que exhibían como objetos antiguos.
Había tantas falsificaciones que pusieron en peligro el interés por este arte; rebajándolo de categoría. A veces la única manera de distinguir las antiguas de las imitaciones del siglo XVI es la cantidad de figuras que salen en la composición artística. El pintor Rubens fue un notable coleccionista.
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Iconografía elegida para el grabado en piedras
Los temas escogidos por las imágenes de las gemas es similar a los de las monedas pero más variados. Los dioses, los sátiros y las escenas mitológicas son bastante comunes; y a veces las estatuas representadas demuestran un mayor dominio del puesto que las estatuas que los griegos usaban para el culto; como la Atena y; comparado con las monedas, el resultado es también más preciso.
Una gema; que se cree que podría ser del siglo VI aC; muestra la imagen de Áyax el Grande cometiendo suicidio, con su nombre inscrito.
La leyenda de Heracles es, como en otras artes, un tema muy utilizado.
Los retratos de monarcas es un tema que aparece a partir el periodo helenístico, pero como la mayoría no llevan inscripciones se ha hecho difícil identificarlos.
Durante la época del imperio romano los retratos de los emperadores y los miembros de su familia fueron inmortalizados en gemas y muchos de ellos han sobrevivido hasta nuestros días; los más valorados los camafeos de Augusto.
Como objetos privado; producidos sin duda por artistas formados en la tradición de las monarquías helenísticas; su iconografía es más desinhibida que los retratos oficiales destinados a obras públicas de arte estatal más pensadas para mostrar los atributos divinos.
En la llamada Gema Augustea la identidad e interpretación de los personajes permanece sin aclarar. Hay un número de gemas del mismo periodo; el contenido parece que sean escenas de un poema épico; ahora perdido; que se llamaba El saqueo de Troya y en el que destacan las figuras de los Dióscuros. (Se conserva en Chatsworth House).
Los trabajos con gemas creados al renacimiento y épocas posteriores repiten preferentemente las mismas temáticas.
Colecciones de piedras preciosas grabadas
La lista de los coleccionistas famosos comienza por el rey Mitrídates VI; sus obras de arte formaron parte del botín de guerra de Pompeyo Magno; quien las llevó al Templo de Júpiter Capitolino.
Julio César se propuso superar Pompeu en esta y otras cuestiones; e hizo un donativo de gemas en el Templo de Venus Genetrix. Muchos emperadores posteriores fueron coleccionistas.
En los capítulos IV-V-VI del libro 37 de la “Historia Natural” de Plinio el Viejo, el autor hace un resumen de las tradiciones griega y romana; y menciona la pasión de los romanos por coleccionar estos objetos. Según Plinio; el primer romano notable en tener una gliptoteca fue Marc Emili Escaure (gobernador).
En períodos posteriores las gemas y los
objetos hechos con piedras duras (cuartos, ágata, ónix, jaspe, serpentina, cornalina) se coleccionaron juntos como si se tratara de la misma cosa.
Uno de los objetos de mayor tamaño es la Copa de los Ptolomeos; que fue un donativo del rey Carlos el Calvo en la abadía de San Denís; pero que probablemente perteneció a Carlos el Magno.
Una de las mejores colecciones de jarrones y copas; aunque poco decorada; es la de la basílica de San Marcos (Venecia); que fue traída de Constantinopla en la Cuarta Cruzada.
A muchos de estos objetos se les añadieron piezas; a veces metálicas; para que pudieran servir para los rituales eclesiásticos y; más adelante; a partir del renacimiento; se les volvieron a sacar.
El papa Pablo II tenía una gliptoteca de 827 gemas trabajadas y varias medallas religiosas de oro, entre las que estaba la “gema Felix” de Diomedes con el Paladio, y fue adquirida por Lorenzo de Medici; la colección de los Medici incluía muchas otras gemas y se hizo legendaria por su belleza y valor, de hecho en sus inventarios de posesiones estaba más valorada que las pinturas de Botticelli. Al igual como hacían los coleccionistas chinos, Lorenzo hizo inscribir su nombre en todas las gemas que adquirió.
El “Camafeo Gonzaga” formó parte de
varias colecciones hasta que fue a parar al Museo del Ermitage; en San Petersburgo.
El primer poseedor conocido fue Isabel de Este; después perteneció a Gonzaga; duques de Mantua, al emperador Rodolfo II, a la reina Cristina de Suecia, al cardenal Decio Azzolini, a Livio Odescalchi, duque de Bracciano; y al papa Pío VI; quien poseia una extensa coleccion de medallas religiosas de oro; antes de que Napoleón se la llevara a París; donde su esposa Josefina lo regaló a Alejandro I de Rusia después de la derrota de Napoleón como símbolo de buena voluntad.
Tres de los camafeos antiguos de mayor tamaño fueron encomendados por la familia Julio-Claudia. Gemma Augustea apareció en 1246 en el tesoro de la basílica de San Sernín.
El 1533; el rey Francisco I de Francia se la llevó a París; donde hacia 1590 se perdió. No mucho tiempo después; alguien lo encontró y lo ofreció al emperador Rodolfo II; quien lo adquirió por 12.000 piezas de oro; y actualmente se conserva en Vienna.
La gema plana mayor de la antigüedad es el “Gran Camafeo de Francia”; que forma parte de la colección real que desde 1791 se custodia en la Sainte Chapelle.
En Inglaterra hubo un falso resurgimiento del coleccionismo; estuvo representado por el príncipe de Gales Enrique; que compró el gabinete del anticuario flamenco Abraham Gorlaeus en 1609.
También las gemas trabajadas estaban entre los objetos antiguos coleccionados por Thomas Howard; conde de Arundel. Más entrado el siglo XVII; William Cavendish, segundo duque de Devonshire, reunió una colección de gemas que actualmente se conserva en Chatsworth.
En el siglo XVIII; Henry Howard, 4º conde de Carlisle; hizo un gabinete de más calidad; aconsejado por dos expertos Francesco Maria Zanetti y Francesco Ficoroni; 170 de estas gemas fueron adquiridas en 1890 por el British Museum.
Hacia mediados del siglo XVIII los precios habían subido tanto que las gliptotecas sólo se las podían permitir personas muy ricas; mientras que los que no tenían tanto dinero se conformaban a comprar las copias en escayola; lo que se hizo muy popular; o bien comprar catálogos ilustrados.
La gliptoteca de Catalina II de Rusia se encuentra actualmente en el museo del Ermitage; se trata de una colección en parte procedente de la colección Orleans.
Luis XV de Francia contrató a Dominique Vivant porque reuniera una gliptoteca para regalarle a Madame de Pompadour.
En el siglo XVIII los aristócratas británicos competían entre ellos para buscar el asesoramiento de expertos en el mercado de las gemas; incluso fuera de su país; entre estos asesores estaba el conde Antonio María Zanetti y Philipp von Stosch.
Zanetti viajó por Europa buscando piedras preciosas que pudieran estar en colecciones privadas; para adquirirlas después y venderlas a los aristócratas británicos; él también hizo una colección que fue descrita en un libro (AF Gori, Le gemme antiche di Anton Maria Zanetti, Venecia, 1750); ilustrado con ochenta planas; los dibujos hechos por Zanetti. El barón Philipp von Stosch (1691-1757); un prusiano residente en Roma y en Florencia; era un importante coleccionista y negociando de gemas trabajadas; también se decía que no tenía escrúpulos y que en su tiempo libre era un espía al servicio del gobierno británico.
Entre sus contemporáneos; Stosch alcanzó fama con la publicación de Gemmæ antiquae Cælatæ (1724); un catálogo con dibujos de Bernard Picart que reproducían setenta gemas trabajadas de diferentes colecciones europeas que Stosch había localizado.
También alentó un artista llamado Johann Lorenz Natter (1705-1763) para que hiciera copias de las piedras preciosas de Florencia.
Federico el Grande de Prusia compró la colección de Stosch en 1765 e hizo construir el Templo de las Antigüedades dentro del parque del palacio Sanssouci; donde metió esculturas; monedas y más de 4.000 obras de arte hechas con la tecnica de grabar piedras preciosas. (Las gemas y las monedas se exponen actualmente en el Antikensammlung Berlin.)
Joseph Smith (1682-1770), el cónsul británico en Venecia; hizo una gliptoteca que fue adquirida por el rey Jorge III del Reino Unido y actualmente pertenece a la colección real.
Las colecciones de Charles Towneley; Richard Payne Knight y Clayton Mordaunt Cracherode pasaron al British Museum.
Pero la colección más importante del grabado en piedras del Reino Unido fue la del 4º duque de Marlborough (1739 hasta 1817); quien la tenía en su dormitorio y para la que usó el dinero de su esposa; su Geman y sus hijos.
La pasión por el coleccionismo de estos objetos podía poner en peligro las fortunas de los que se dedicaban; como se deduce por los consejos del hermano del duque Lord Chesterfield hacia su hijo.
Otros gliptoteques de aristócratas británicos fueron a parar al museo Metropolitan de Nueva York; y al Museo Walters de Baltimore.
El príncipe Stanisław Poniatowski (1754-1833) encomendó unas 2.500piezas trabajadas con la tecnica de grabado en piedras y las hizo pasar por obras antiguas; se tardaron años en aceptar que no lo eran (1832) y la prueba definitiva fueron las firmas de los autores que estaban inscritas de forma demasiado consistente para ser realmente antiguas.
Los artistas mas influyentes del grabado en piedras
Como ocurre en otros campos del arte,
muchos de los artistas antiguos son desconocidos.
Según Plinio el Viejo, Pyrgoteles fue el único artista con autorización para hacer los sellos de Alejandro Magno.
La mayoría de los artistas que hicieron trabajos con gemas para los romanos eran griegos.
Uno de quien se conoce el nombre es Dioskurides; autor de los sellos de Augusto y probablemente es también el autor de la Gemma Augustea.
Su hijo; Hyllos también practicaba este arte.
Los Anichini fueron una familia de artistas venecianos que se dedicaron en los siglos XV y XVI. Muchos artistas del Renacimiento, sin duda, pasaron al anonimato, ya que hacían pasar sus trabajos como obras antiguas, entonces mucho más valoradas.
Grandes especialistas en esta técnica de grabado en piedras sí tienen nombre conocido: Giovanni Bernardi (1494-1553), Giovanni Jacopo Caraglio (c. 1500-65), Giuseppe Antonio Torricelli (1662 a 1719), Anton Pichler (1797-79) y sus hijos Giovanni y Luigi, Charles Christian Reisen (1680 hasta 1725).
Otros escultores, que normalmente trabajaban con otros materiales, intentaron hacer algún trabajo ejecutando el grabado en piedras con gemas, por ejemplo Leone Leoni dijo que había dedicado dos meses en hacer un camafeo de doble cara que retrataba el emperador Carlos V con su hijo por una cara y su esposa por la otra.
El escocés James Tassie (1735-1799) y su sobrino William (1777-1860) desarrollaron métodos para hacer copias en piedras duras de antiguas gemas trabajadas con la tecnica de grabado en piedras y, además, crearon nuevos diseños utilizando esmalte sobre impresiones en cera con resultados de gran calidad.
En 1791 publicaron un catálogo con 15.800 obras en el que varias de estas contaban con la tecnica de grabado en piedras. Josiah Wedgwood fue un artista que puso de moda las agujas con camafeos como complemento del vestuario femenino.
Uno de los últimos artistas fue James Robertson, quien finalmente se pasó al arte de la fotografía.
Materiales de imitación en piedras trabajadas
Los camafeos de cristal fueron una 
invención romana que surgió aproximadanment del año 30 aC, imitación de los camafeos hechos con piedras duras y tenían la ventaja de poder añadir láminas de este material sobre superficies curvas, algo imposible de lograr con la técnica de grabado en piedras tradicional en las gemas.
Era, sin embargo, un trabajo delicado y han sobrevivido pocos ejemplos de esta técnica de grabado en piedras, uno es el jarrón de Portland.
Esta técnica de grabado en piedras volvió a ser valorada y utilizada por artistas durante los siglos XVIII y XIX, y se encuentra en objetos del Art Nouveau.
En el siglo XIII no fue tan frecuente pero también se encuentran objetos en materiales de imitación como un veneciano que reproduce el tema de los Siete durmientes de Éfeso.
Otro material de imitación fue un gres trasnlúcid llamado “gres de jaspe”, inventado por Josiah Wedgwood y perfeccionado en 1775.
El blanco y el azul fueron los colores característicos de la fábrica Wedgwood, aún en producción, pero también crearon trabajos en blanco y negro.
Otros imitaron el relevo de las gemas trabajadas con la técnica clásica de grabado en piedras simplemente añadiendo tres capas de pintura a la porcelana.
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¿Qué opinas de estas técnica de grabado en piedras? ¿Te gustaría poseer una pieza así? ¿Qué le grabarías?